Nacimientos Privados


EL NACIMIENTO DE EDUARDO ANDRADE


La secuencia de la presentación del Nacimiento comienza en total penumbra, poco a poco las luces se van encendiendo.

La escena del pesebre con El Niño Nacido se aprecia a lo lejos.

La madrugada trae consigo los primeros sonidos del día: los gallos que cantan, los pastores se levantan, los fuegos se avivan despues de una noche de rescoldos.

Belén acapara nuestra maravillada mirada: una vez más, con los mismos elementos, Eduardo ha logrado una escena totalmente distinta.

El fuego tan importante comienza su aporte de calor y cocción de los alimentos.

El Ángel del Señor señala el lugar donde ha nacido Nuestro Salvador.

Los pastorcitos, los soldados romanos, los sacerdotes judíos: todos dirigen su mirada hacia el sitio del Nacimiento del Redentor.

Pasando por un puente, a lo lejos, van llegando los Tres Reyes Magos dirigidos por la Estrella de Belén

Sin embargo, son simples y humildes pastores los que adoran primero al Niño Dios.

Atraídos por las señales, los pastores escudriñan el horizonte, para ver el mejor camino que los lleve hacia Él.

Hasta los animalitos reconocen que algo muy especial está sucediendo.

En el centro de la escena principal, El "Misterio", como lo llamamos los Chapines: La Virgen María, San José y El Niño Dios,

Bellísima representación de la Virgen y del Niño, inspirados en las imágenes estofadas de la época de la Colonia.

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