¡Se murió nuestro Perrito!

ESPAÑOL
Hoy en la mañana amaneció muerto nuestro Paqui, nos va a hacer mucha falta.
El Sparky vino a la casa hace 9 años y medio, y desde el primer día fue nuestra alegría. Mis niños estaban chiquitos, y él era bebé: lo vi en la vitrina de una venta de mascotas y supe en el acto que sería mío. Aunque no sabía como decirle a Ofe, mi esposa, que llevaríamos al perrito a la casa, salimos del centro comercial pero di la vuelta y regresé por él.
El Paqui era un Chihuahua, y para mí esta raza era muy fea, pues siempre me dije: ¿cómo puede la gente gustar de una raza así? Esos chuchos dan nervios.... ¡que me iba a imaginar que nos ganaría a todos de la manera que lo hizo! Vino primordialmente porque Juanito, mi hijo, es asmático y en nuestra desesperación por ayudarlo en las crisis que sufría, recordábamos que popularmente la gente dice que los chihuahuas “curan” el Asma. Y si fue cierto, aunque muchas personas dicen que es una maldad porque creen que el asma se le pasa al perrito, lo que sucedió fue que Juanito se encariñó inmediatamente con la pequeña mascota y el perrito generaba mucho calor porque temblaba mucho y el tenerlo junto a su pecho, creemos en nuestra simpleza, ayudaba de alguna manera; otra razón que pudo ayudar también, creemos, era que Juanito ponía su atención en el perrito. Lo quiso tanto que durmió con él toda su vida, amaneció muerto hoy en su cama.

Quisiera escribir tantos pensamientos que se agolpan en mi cabeza y corazón que no se como ordenarlos, pero es increíble que la muerte de un animalito pueda afectarnos tanto. Regresamos, toda la familia, de enterrarlo en el jardín de la casa de mi suegra, en la que yacen otros animalitos queridos por ella. El Paquito se quedó como dormido, lo colocamos en una caja de la manera que nos pareció estaba más cómodo. Por casualidad ayer se murió una palomita de las que mi suegra alimenta en su jardín, a donde llegan todo tipo de pajaritos porque saben que ella, alma de niña, siempre tiene alimento para ellos. El Paquito se fue acompañado, la palomita entre sus patitas.

Mi chuchito era maravilloso, se ganaba fácilmente aún a la gente que más le rehuía a los chihuahuas pues era mágico, todos llegaban a quererlo, menos los del Agua Salvavidas, a los que el Paco odiaba con todo su ser: reconocía el ruido del motor del camión del agua desde que venía a una o dos cuadras y se preparaba para pelear con ellos. Era tan conocido por los camioneros y los repartidores del agua, que cada vez que entraba un nuevo empleado, lo mandaban a nuestra casa a manera de “bautizo”. Por supuesto que nosotros cuidábamos que no hubiera verdadero contacto entre ellos, pues también los asustados muchachos podían regresarle una patada.... Lo encerrábamos y cuando ya estaban por salir de la casa, le abríamos la puerta para que él pudiera cumplir con su misión de sacar a los extraños. Nuestro gusto era oír como se le tiraba a la puerta y la cerraba de golpe (el chofer del camión ya sabía el rito), después el perrito regresaba feliz con el pechito henchido y hecho un pavo real, viéndonos como diciendo ¿Ven? ¡Acá no hay extraño que entre!
Hay tantas cosas de mi Paco! Ese nombre degeneró de Sparky a Paqui y luego a Paco, apodo que a veces nos ponía en aprietos con algunos amigos y familiares.
La muerte del Paquito nos ha hecho ver que todavía no estamos tan insensibles, todavía nos podemos doler aún después de estar tan curtidos con tanta noticia de violencia, dolor y muerte que nos rodea. El Paquito nos deja con un hoyo en el corazón.
Tengo dos pensamientos que no me dejan: uno es recordar a mi abuelita, hace muchos años cantándole a su perrito pequinés “Muchachito, fiel y bonito....” el otro es recordarme que cuando niños nos decían que había que ser bueno con los perros, pues cuando muriéramos, ellos nos ayudarían a cruzar el río Jordán (¿?). No se cuando, pero ahí va a estar mi Paquito esperándome, no se como le va a hacer pues él es un chihuahuita y yo estoy bastante grande....

ENGLISH

This morning we found our beloved little dog dead. We are going to miss him!
Sparky came to our lives nine and a half years ago, and he was our joy from the very first day.

My children were small, and Sparky was a baby dog: I saw him in the window of a pet store and I knew immediately that he would be mine. I didn’t know how to tell Ofe, my wife, that we’d be taking a dog to our house, so we went out of the shopping center but immediately turned back to buy him.
Paqui was a Chihuahua, and I had always thought that it was an ugly race, I thought: How could anybody like a dog like this? They made me nervous. What did I know of the way this little pet would win over our hearts! Sparky came primarily because Juanito, my son is asthmatic, and we, in our desperation to help him, had heard a popular belief that Chihuahuas help “cure” asthma, we would do anything…
Some people think that it is cruel to bring a Chihuahua to help because they think the ailment is transplanted somehow from the patient to the dog, but in fact, what happened was that the little dog generated a lot of heat, and Juanito slept with him on his chest, so we, in our simplicity, think it helped. Another reason could be that Juanito put all his attention on taking care of the little pet. Juanito and Sparky slept together since the very first night, Sparky died in Juanito’s bed this morning.
There are so many thoughts and feelings trying to reach out of my head and heart that I don’t know how to put an order to them, but I feel it is incredible how the death of a little animal can affect you.
We are just coming back, all the family, from my mother in law’s home, where we buried our little Sparky in the garden where other beloved animals of hers already rest. Sparky seemed asleep, I put him in a box, placing him in a comfortable position. By chance a small dove of my mother in law’s died yesterday, one of the many birds that come to this garden where she, always with a child’s soul, feeds them.
Sparky is not taking his journey alone, we placed the dove between his little paws.
My little dog was marvelous, he made friends easily even with the most recalcitrant of his detractors, he was magic, everybody got to love him, everybody but the guys that bring bottled water to our house, Sparky would recognize the sound of the motor of the truck from one or two blocks away, and he would get ready to quarrel with them. He was so known, that every time there was a new guy in the company, he would be sent to our home to receive a baptism with Sparky: we would put him in a closed room, and just before they closed the door going out after delivering the water, we would let him out, he would race after them (the driver knew the ritual) barking and making a lot of noise. After they were out, he would return very proudly as saying “there’s nobody coming here while I am the pet!
Sparky’s death has shown me that even if we are bombarded with so many bad news, cruel ones, violent ones, deadly ones, we can still be affected. Deep down our hardened souls we are still capable of mourning. And how! I am been left with a hole in my heart!
There are two thoughts that don’t leave me: the first is remembering my grand mother, many years ago singing to her little Pekinese dog “Little boy, so loyal and beautiful…” The other one is remembering how they told us, as children, that we had to be good with dogs, because at the time of our deaths, they would help our souls cross the river Jordan (?). I don’t know when, but my Sparky will be there waiting for me. I don’t know how he will manage, because he is a small Chihuahua and I am kind of big….